En noviembre y diciembre del año 2004 se llevó a cabo la primera expedición científica terrestre chilena al Polo Sur. Esta operación conjunta entre las FF.AA, el Centro de Estudios Científicos, CECS, y el Ministerio de Defensa, recorrió más de 2 mil kilómetros, con el fin de verificar las respuestas de los glaciares al cambio climático global.

 

 

 

Los resultados de la primera exploración aérea de antártica y los campos de hielo patagónicos indicaron un notable adelgazamiento de sus glaciares en los últimos años. En base a estos antecedentes, en noviembre y diciembre del año 2004, la Armada de Chile, el Centro de Estudios Científicos y NASA, realizaron una segunda expedición a la Antártica Occidental, Península Antártica y el Campo de Hielo Patagónico Norte, con el fin de estimar las tendencias recientes.